“Es increíble que ya hayan pasado 30 años…”
Aquellas palabras se repetían constantemente en la mente de Bella, tendida sobre la hierba de la pradera, dejando a sus manos sentir la suave caricia de las hojas.
Nunca se imaginó que terminaría viviendo en una pequeña granja en Oklahoma, sin embargo, las cosas del destino la llevaron a buscar tranquilidad en la belleza natural de la campiña sureña. Su romance con Edward lo fue todo en su adolescencia, pero ahora no podía dejar de ver aquello como un asunto lejano, a duras penas visible en el horizonte de su memoria.
A pesar de ello, Bella se concentraba todo el día para revivir una vez más esos momentos. En el fondo de su ser, quería dejarse llevar una vez más por un torrente de pasión, que un ser mágico y deslumbrante la dejara sin palabras.
Fue en ese momento, que un extraño sonido interrumpió abruptamente sus ensoñaciones.
Sobresaltada, incorporóse rápidamente para averiguar al culpable, solo para encontrarse con una imponente figura cuadrúpeda.
¡Qué hermoso caballo! - exclamó Bella, comprendiendo que aquel ruido fue un relincho del animal.
Bella quedó cautivada por el pálido y acicalado pelaje de la bestia, sus musculosas piernas, lustrosas pezuñas y ondulante crin. No podía creer que un ser tan hermoso fuera posible en este mundo. En aquel instante, las tenues nubes que cubrían el cielo se hicieron a un lado, dejando que los rayos del sol iluminaran la escena, como queriendo acentuar la belleza de aquel noble ejemplar equino.
Para mayor sorpresa de la chica, El caballo se alzó sobre sus patas traseras, lo que acercó su cabeza al sol, dándole a su crin un dorado resplandor.
Ante tal desplante, Bella solo pudo atinar a exclamar en voz alta - ¡Sólo te falta hablar!
No había terminado aún de terminar su frase cuando una voz espectral le respondió: - Vaya que puedo, señorita.
Bella dio un chillido de espanto, mientras caía sobre su trasero por la estupefacción. Estaba tan pasmada que no podía moverse ni pronunciar palabra alguna.
-Me disculpo por haberte asustado, mi nombre es Ed. Todos me dicen Mr. Ed.
Ed… Edward, nuevamente el destino unía a Bella con el hombre de su vida, solo que esta vez había adquirido una grácil forma caballezca.
¿Eres tú, Edward? -murmuró vacilante.
Si, Bella, la guerra de nuestra gente tomó caminos que no puedes imaginar. Por un hechizo infame he terminado convertido en un caballo vampiro. Desconociendo tu paradero, con mis manos convertidas en pezuñas y teniendo que rumiar la sangre de yeguas inocentes, sentía que el mundo ya no tenía nada para mí. Fue entonces cuando decidí buscarte y encontrarte a como dé lugar. Galopé por media América, pero por fin he dado contigo. ¿Podrás aceptarme aunque sea un humilde caballo con voz?
Oh Edward, caballo con voz no hay dos – Dijo Bella sonriendo, mientras acercaba sus labios a las encías purpúreas de Ed.
¡Alto!- Dijo una voz, cuyo tono era tan espectral como la de Edward.
¿Qué es lo que pasa, Edward?-preguntó Bella.
No soy yo quien ha hablado – respondió Ed, mientras dirigía sus relucientes y abultados ojos negros de caballo a un lugar por sobre el hombro de Bella. Su mirada estaba llena de odio.
Veo que me reconociste, Edward, dijo quien detuviera la zoofilia impetuosa de Bella.
Bella volteó su cabeza y vio a una figura ecuestre idéntica a Edward. ¡Pero qué está pasando aquí! Dijo la pelirroja, exaltada.
El recién aparecido caballo dio un sonoro y furioso relincho, luego explicó: -Lo que sucede es que estás con un impostor ¡Yo soy el verdadero Mr. Ed!
¡Cállate! – Replicó el acusado-, no te interpongas en esto, si lo haces, tendré que matarte. Y de nada servirá que intentes escaparte convirtiéndote en un murciélago-caballo.
¡Pues ven e inténtalo, caballo de feria! Dijo burlón el supuestamente verdadero Ed.
Ya se preparaban ambos para embestir, cuando Bella se interpuso y dijo: - Esperen, exijo saber que está pasando aquí, todo esto es muy confuso, ya no sé qué pensar.
No pasa nada, querida – decía nervioso Ed número uno, no dejes que las palabras de este estúpido pongan en peligro nuestro amor.
Solo quiero una oportunidad para decir lo que tengo que decir, si aún después de eso estás dispuesta a seguir con este hijo de potra, no me volverás a ver - contestó Ed Dos.
Bella asintió a la petición y Dos comenzó su narración:
Todo comenzó en los laboratorios secretos del pentágono, en la década del 50, los militares estaban buscando crear un arma biológica insuperable. Ya conocían las cualidades sobrehumanas de los vampiros, pero necesitaban darle esas cualidades a una criatura que fueran capaces de domesticar, que entendiera y obedeciera órdenes. Fue así como se les ocurrió realizar experimentos, inyectando ADN de vampiro un caballo. El logro más destacado del experimento era la capacidad del caballo para hablar. En la búsqueda de nuevos avances, fue sometido a incontables pruebas y experimentos adicionales, con un sufrimiento terrible.
¿Y ese caballo…? – Dijo Bella, sin alcanzar a terminar su pregunta.
Era yo. Llegó un momento en que los científicos pensaron que no sobreviviría a una nueva ola de experimentos, por lo que decidieron crear un clon mío. Sin embargo, el embrión que crearon fue alojado en el útero de una jirafa, además usaron drogas para acelerar su crecimiento, esto causó anomalías en el desarrollo de ese animal, pronto me alcanzó y parecía una copia idéntica mía. Pero su mente no era como la mía, algo estaba mal, siempre lo supe.
¿Estás tratando de decir que Edward es ese clon? – Dijo Bella.
En efecto, ese vampirafaballo que está a tu lado es mi clon, su verdadero nombre es Mr. Ed. beta. No debes seguir con él. Yo logré escapar del laboratorio y vivir junto a un humano llamado Wilbur, sabía que no debía hablar con nadie para no levantar sospechas, pero sentía que me iba a volver loco si no contaba con algún amigo. Fue así como Wilbur se convirtió en mi confidente y en el único que sabía mi secreto, lo que me permitió pasar como un caballo más y vivir una vida relativamente normal.
Pero Beta me guardó rencor durante todo el tiempo que siguió cautivo en el laboratorio. El proyecto de caballos vampiro dejó de recibir fondos estatales en 1958, fue entonces cuando Beta indagó acerca de mi paradero y, con el fin de hacerme la vida miserable, se hizo pasar por mí y mordió a Carol, la esposa de Wilbur. Wilbur no pudo soportar la idea de que su mejor amigo no humano atacó a su esposa y la convirtió en vampiro. Wilbur intentó sacrificarme, por lo que no tuve más opción que abandonar mi hogar para siempre...
¡Ya basta! – dijo Beta. ¿Me llamas a mí impostor? ¿Acaso no fuiste tú quien se hizo pasar por un humano adolescente hace 30 años para conquistar a esta chica?
Es cierto- dijo el verdadero Ed. Pero solo lo hizo porque vi en ella una verdadera esperanza para mi vida, ¡la vida que tú destrozaste una vez! ¡No permitiré que lo hagas de nuevo!
Ambos caballos desplegaron un gran par de alas membranosas de murciélago y emprendieron el vuelo. Lo que siguió fue una terrorífica batalla de corceles hematófagos. En tierra, Bella no sabía qué hacer, si aceptar a Mr. Ed. ahora que sabía la verdad o abandonar la pasión ecuestre para siempre...
Continuará…
(No es cierto)
-Nunca he leído Crepúsculo.
luego de terminar de leerlo y de haber pasado por la frase "Ed… Edward, nuevamente el destino unía a Bella con el hombre de su vida, solo que esta vez había adquirido una grácil forma caballezca" creo que podría haber sido peor. Si, o sea, si hay un caballo en la historia wn...
ResponderEliminarpd. no busquen a mister ed en youtube, no los dejara dormir.
No podía ofender a mis amigos imaginarios con ese desenlace inmoral en el cual pensabas.
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